Pobre... semejante prodigio de la ciencia, alivio moderno de pies sufridos... Y ha terminado sus blandos días de la misma forma que tiempo atrás le ocurrió a sus amigos los zapatos...
Sí amigos, hay que mirar más a menudo al suelo. Las aceras atrapan cosas que no alcanzamos a imaginar.
jueves, 25 de junio de 2009
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario