Pues eso, que estas dos imágenes son totalmente reales. No están preparadas. Me lo encontré mientras paseaba al perro.
¿Qué puede llevar a alguien a abandonar sus zapatos al final del paso de peatones? ¿Hay alguna religión que obligue a caminar descalzo, excepto para cruzar la calle?
Tan perfectamente colocados, tan artísticos, tan usados... es, incluso, bonito.
martes, 28 de abril de 2009
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